Después del hospital por pancreatitis aguda

Sí, una pancreatitis aguda, estaba en shock, volví a casa a las mismas habitaciones y paredes de siempre, pero algo había cambiado. En realidad, alguien. Yo ya no era la misma y, de alguna manera, sabía que no volvería a serlo. 

Cuando habían pasado tan sólo dos semanas de esa pesadilla que se tornó realidad empecé a sentirme, de nuevo, mal.

Y aquí se me dispararon todas las alarmas. Ya no sólo era el hecho de encontrarme mal y sentir dolor sino que a esto había que sumarle el miedo. Un miedo infinito a volver al hospital, con otra pancreatitis aguda, volver a pasar por lo mismo, a volver a hacerme tantas preguntas en mi cabeza en los tiempos muertos que siempre se tienen en ese lugar tan frío. 

En realidad el día que volví a sentirme mal había seguido todas las indicaciones de los médicos y por eso, quizás, estaba un poco más tranquila hasta que los dolores empezaron a aparecer. Otra pancreatitis aguda? No por favor! Como parte de mi dieta había decidido prepararme un poco de pollo sin grasa y arroz para comer. ¿Qué podría pasar con un plato así? 

¿Regresar al hospital?

La realidad es que yo, cada vez, me sentía peor. En esa misma madrugada, entre el debate conmigo misma por el miedo a ir de nuevo al hospital o quedarme en casa  a que la situación empeorara, tuve que llegar al área de urgencias porque aquella sensación sólo iba de mal en peor. 

En esta ocasión me tuve que quedar allí durante cuatro largos días. Y en ese tiempo no pude comer ni beber nada… Todo era a través de intravenosa. Y yo, por supuesto, ya sabía de qué se trataba todo y la cabeza en este punto iba sola adelantando todo tipo de acontecimientos para nada agradables o tranquilizadores.

 No sé qué fue peor, si pasar por esta pesadilla de nuevo o que cuando todo se estabilizó los médicos me acusaran de haber vuelto a beber. No sin mucho esfuerzo yo lo había dejado. Había luchado contra mí misma, contra mis deseos y mis impulsos pero NO había bebido ni una gota de alcohol. Ellos afirmaban que sí y eso, en ese estado, no hizo sino hundirme más. 

Una decisión definitiva

La verdad es que no había dejado el alcohol sólo porque los doctores me lo aconsejaran y me explicaran y me detallaran posibles consecuencias. La verdad es que detrás de esta decisión lo que había era miedo. La pancreatitis me asustaba. Y me asustaba mucho. 

Ahora que sabía que la pancreatitis era mi nueva compañera de viaje decidí verle el lado positivo. Ya no había una opción B, ya no era una cuestión de elección. Si quería estar bien, si elegí vivir el único camino a seguir era dejar la bebida. 

No voy a mentir a nadie, dejar el alcohol no es fácil ¿Acaso lo es dejar cualquier adicción? Hay días en los que hay mucha tentación, en los que todo parece ponerse en contra y el alcohol parece ser el remedio más efectivo e inmediato.

Es en esos momentos en los que tengo que viajar con mi memoria a aquel hospital y a cómo me sentí. Eso es lo único que me ayuda y me motiva para seguir con este nuevo estilo de vida.

Cual ha sido tu experiencia? déjame un mensaje para conocerte.

6 Comments

  1. Hola, como te entiendo, yo pasé esas mismas navidades ingresado por una pancreatitis, hasta ese día que caí en hospital no había tenido dolores fuertes ni nada que me hiciese pensar lo que pasaría. Estuve 21 días ingresado , fue producida por el alcohol, hasta entonces ni siquiera sabía de la relación del páncreas con el alcohol. Montones de pruebas, alimentación por sonda nasogastrica, infección por liquido abdominal, un infierno. Tras aquello volví a sufrir otras 4 pancreatitis por el mismo motivo😐 y a día de hoy sigo luchando por que no se repitan, tengo un grave problema con el alcohol y sólo 38 años. Un saludo y ojalá no se te repita más

    1. Wow! qué impresión! ojalá nadie tuviera que pasar por esta experiencia. Muchas gracias por compartirnos, espero que te encuentres mucho mejor. Sí se puede dejar de beber. Saludos

  2. Lo mío no fue el alcoholismo, me dijeron que es el barro biliar pero no, digo que no Xque me hice cirugía de vesícula y no fue la solución, de nuevo en el hospital sin causa no sabes que es lo que te causa pancreatitis. Hoy estoy en casas con algo de dolor, me realicé EXÁMENES y la milasa con la lipasa están elevados. Mi alimentación es verduras cocidas y luego licuadas. Tomo 6 creon al día

    1. Hola Fredi, desgraciadamente cada caso es diferente y solo un medico especialista puede descubrir el problema especifico de cada persona, aunque muchas veces ni los mismos medicos pueden encontrar la causa real. Siento mucho que estes pasando por esto y de verdad espero que te recuperes pronto.

  3. Hola, mi caso es algo raro, se subieron de repente mis niveles de lipasa y amilasa, y en los estudios me salió cálculos en la vesícula, me hicieron una Cepre y me quitaron la vesícula, resultó que era lodo biliar, pero mis digestiones quedaron pésimas y además no se normalizaron mis enzimas, siguen ligeramente altas, tuve unos años que ya comía de todo porque mis digestiones habian mejorado, pero este año nuevamente me volví a sentir mal, en mis estudios de imagen el páncreas se ve normal, pero mis gases, hinchazón, eructos y náuseas dicen otra cosa, es algo que no se lo deseo a nadie, a mi me tocó vivirlo y ha sido duro pero la vida sigue y uno con ella, y lo más importante uno no es su diagnóstico o enfermedad, eso es solo una parte de nuestra vida y hay que aprender a disfrutarla con todo y ella, ahora se que jamás se va a ir, a mí me cuesta llevar mucho la dieta, más que nada xq comprar productos gluten free es muy caro, procuro no comer cosas fritas o con poco aceite, solo un poco de queso panela, nada de leche, nada de embutidos, eso sí Cero alcohol y cigarro, pero la carne roja la consumo una vez a la semana y el pan… ese no me lo eh podido quitar, aunque solo en pequeñas porciones. Saludos, me ah ayudado mucho leer tu historia

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